Si quieres, - - - - - - ¡Quiero!
te cuento los cuentos
que tu me contabas.
Si quieres - - - - - ¡Mujeres!
te escribo una lista
con nombres y camas.
Si quieres
me sigo creyendo
que fuiste una santa. - - - ¡Anda ya! No tienes perdón.
Como tienes la poca vergüenza de entrar en mi casa.
Como tienes valor de llamar por las noches, a ver que me pasa. - - - - ¡Que guasa! Como tienes la lengua tan larga y la risa tan falsa.
No tienes corazón. - - - No, no tienes corazón.
Y mírame a la cara
y atrévete a negarme
que conoces tantas camas
como historias que contarme.
Mejor no des detalles
prefiero que te calles
que me evites que te halague
con piropos y verdades.
Tuviste muy poco respeto y poco cuidado.
Hiciste que fuera el payaso en tu circo privado.
Dejaste un imbécil muy grande en mi frente pintado.
No tienes perdón.
Ahora entiendo el afán por viajar con tu hermana a la Habana.
O las cenas aquellas con tus compañeras una vez por semana.
Y los viejos amigos y algún que otro primo que ya peinan canas.
No tienes corazón.
Y mírame a la cara
y atrévete a negarme
que conoces tantas camas
como historias que contarme.
Mejor no des detalles
prefiero que te calles
que me evites que te halague
con piropos y verdades.
Y mírame a la cara
y atrévete a negarme
que conoces tantas camas
como historias que contarme.
Mejor no des detalles
prefiero que te calles
que me evites que te halague
con piropos y verdades.
Y me debes año y medio
mucha sangre tu me debes
y tu culpa es mi remedio
¡Sean benditos tus deberes!
Y mírame a la cara
y atrévete a negarme
que conoces tantas camas
como historias que contarme.